Para empezar debemos aplicar calor a la carcasa trasera, nosotros hemos utilizado un tapete térmico a unos 75ºC, durante aproximadamente cuatro minutos. Seguidamente con una herramienta fina nos hemos abierto un pequeño hueco, para poder introducir una púa plástica con la cual es prácticamente imposible dañar la carcasa.

Extraemos los once tornillos Phillips (PH#00) que sujetan la carcasa intermedia, y con la ayuda de una herramienta de punta plana la desenganchamos.

Para trabajar con una mayor seguridad desconectaremos los dos conectores de la batería.

Desconectamos todos los componentes que se encuentran conectados en la placa base, y con una herramienta plana retiramos la placa base teniendo cuidado con las cámaras que se encuentran conectadas en ella.

Desconectamos las tres cámaras traseras, y ya podremos retirar el módulo completo.

Finalmente, con la ayuda de una espátula metálica despegaremos la cámara averiada.