Antes de empezar asegúrese que el móvil está apagado.
La pantalla está unida al chasis por una tira de adhesivo que recorre todo el contorno. Para despegarla aplicaremos calor para ablandar el adhesivo y que se despegue fácilmente.
En esta guía utilizamos un tapete térmico, que ajustaremos entre 80 y 100 ºC. Caliente la superficie de la pantalla a esta temperatura durante unos 40 segundos.
Introduzca la púa entre el cristal y el marco de plástico, asegurándose de que penetra por detrás del LCD además del cristal.
Despegue la parte superior en último lugar, ya que está situado el flex de datos; pasando los flex por sus respectivas ranuras.
Limpie los restos de adhesivo y compruebe si el repuesto dispone de uno nuevo. De no ser así, tendrá que aplicar adhesivo doble cara por el contorno para pegar la nueva pantalla.