Como podéis observar, nuestro amigo a muerto hoy al caerle encima el teléfono que intentaba aguantarnos... Te echaremos de menos!

Sacamos la carcasa trasera haciendo palanca con una herramienta de plástico para evitar rayazos. ¡También podemos usar las uñas!

En este paso sacamos la batería. Podemos ayudarnos de la herramienta de plástico para levantarla.

Retiramos la tarjeta SIM y la microSD.

Procedemos a localizar y retirar los tornillos. Como podéis ver en la segunda foto, el tornillo de la parte inferior derecha está oculto tras una pegatina.

Tras sacar los tornillos, nos ayudaremos de una púa o alguna herramienta de plástico para ir desenganchando la carcasa de las muescas que todavía la sujetan.

La carcasa también está pegada por una cinta de doble cara. En la cuarta foto mostramos como con una espátula podemos ayudarnos a retirar parte del pegamento.

Una vez despegado, una muesca en la parte central todavía sujeta la carcasa. Empujando levemente hacia abajo y tirando de ella saldrá fácilmente.

Vamos a tener que levantar la placa. Para ello despegaremos y desconectaremos los componentes y cables necesarios.

En este paso despegamos el adhesivo que cubre la placa y los botones laterales.

Desconectamos los flex de la pantalla táctil y del display.

Retiramos los dos tornillos que sujetan la placa y la levantamos por la parte superior. Todavía estan conectados el flex de la placa inferior y el cable de antena.

Desconectamos el cable coaxial de antena y el flex de la placa inferior para poder sacar la placa.

Retiraremos la cinta de alta transferencia térmica (Kapton) y en caso de no tener mas, la aprovecharemos para proteger los componentes.

Utilizando la pistola de calor con una boquilla fina desoldaremos la cámara, evitando apuntar hacia los componentes si es posible. Aplicando calor en las soldaduras y tirando suavemente podremos retirarlo.

Esto es lo que pasa cuando apuntais con la pistola de calor hacia un componente. Si te interesa salvar tu cámara ten cuidado.